(...) Le han hecho falta ocho años a Eric-Emmanuel Schmitt para llevar a buen puerto la escritura de El Evangelio según Pilatos, una de las novelas más excitantes, más iconoclastas de esta temporada. Escrita de una manera seca, sin florituras,  el novelista Schmitt tiene el buen gusto de evitar las réplicas calibradas de los diálogos  que le han dado fama  en el teatro. Como hilo conductor la siguiente pregunta : ¿Era Cristo consciente de su mesianismo ?

Desde hace 2000 años la tradición se divide en dos. Para unos, Jesús sabía desde el principio que era el Mesías, para otros, lo descubrió poco a poco. Schmitt opta por una tercera vía pascaliana : Crista hace una doble apuesta. Primero, que es una invención divina y no satánica ; luego, que es realmente el hijo de Dios. Pero para demostralo, tiene que superar la prueba de la Cruz y de la Resurrección.

El título de la novela no es del todo exacto : el primer tercio  del libro se presenta como un prólogo titulado : « confesión de un condenado a muerte la noche de su arresto ». Es sólo en la segunda parte donde Pilatos relata su versión de los hechos en una serie de cartas dirigidas a su « querido Titus ».

Jesús, pues. En esta Judea que vuelve locos a los romanos, los profetas y los mesías pululan. Jesús aflige a los rabinos. Le gusta reirse, beber, comer, le atribuyen centenares de relaciones con mujeres. Se pasa el día con borrachos y con mujeres descarriadas, sus propios hermanos se avergüenzan de él. ¿Qué vamos a hacer contigo ? Se pregunta el rabino de Nazareth. Sobre todo, profesa una religión del amor que subvierte las normas. Para ser un verdadero Mesías, hay que tener una estrategia, ambición, un objetivo. Él solo tiene el amor compartido. Y eso es insoportable. « Mi pequeño Yeshua, le dice su madre, no tienes que amar tanto. Si no vas a sufrir mucho. » No le faltaba razón. Jesús sufrirá. Mucho.

« Mal carpintero », « mal judío », su futuro es poco halagüeño.                                             Desesperado, visita a su primo Juan Bautista, que le parece un fraude, con su pose de profeta iluminado. Pero resulta que Juan Bautista ve en él al Mesías. Los problemas no hacen más que empezar para Jesús, con toda esa serie de milagros que le atribuyen. El no se lo cree del todo. Sospecha incluso que sus discípulos montan estafas en su nombre . De todas formas, pasan de sus enseñanzas ; se conforman con los consejos de sentido común que les simplifican la vida.

Más que nunca, Jesús duda. « Desde hace treinta años todos opinan sobre mi destino, menos yo. » A todo el que le pregunta : « ¿Eres el hijo de Dios ? » , le contesta con un enigmático : » ¡Eres tú quien lo dice ! » A judas, su discípulo preferido, le confiesa : «  No sé quien soy » Judas, sin embargo, lo ha comprendido todo. Jesús el provinciano, tiene que ir a Jerusalem  para llevar a cabo las Escrituras. No tiene que entregarse al Sanedrín, lo que equivaldría a reconocer su culpabilidad, si no que tiene que ser traicionado por sus prójimos. Judas está dispuesto a sacrificarse por el éxito de la empresa. Así es como se lanza cuando Jesús avisa : «  Alguno de vosotros tiene que traicionarme. »

El problema de Pilatos es otro. Garante del orden romano, impermeable a la « locura judía », odiando ese rincón perdido de Judea donde ha sido enviado, y, sobre todo, odiando esa capital de la mentira que es Jerusalén, se prepara para pasar una Pascua más bien tranquila, con apenas quince detenciones y tres crucifixiones. El problema es que por culpa de un rabino contestatario, un paleto de Galilea llamado Jesús, y del cual todos parecen haberse encaprichado, empezando por su propia mujer, la muy noble Claudia, todo se va al garete.

Para salir de este avispero, sólo existe una solución : encontrar el cuerpo del crucificado, muerto o vivo , con el fin de acallar el rumor que lo da ya por resucitado. ¿Está Herodes implicado en el caso ? ¿Es complice, de este encubrimiento, José de Arimatea ?  ¿Qué oculta la asociación anti-natural entre Caifás y el Sanedrín ?¿ Es Claudia la misteriosa cuarta mujer al pie de la Cruz ? ¿Se le ha aparecido realmente Jesús a la lunática Salomé ? .

Resumiendo, ¿ Existe un « misterio Jesús » o simplemente un « caso Jesús » ?                                    A medida que Sherlock Pilates avanza en su investigación, la duda se instala en su espíritu. Y con la duda, la noción de fe.

Thierry Gandillet

(...) Schmitt tiene talento, ha estudiado los textos, no rechaza las hipótesis más audaces ; se prefiere sin embargo atribuir su éxito - indiscutible- a la sinceridad del argumento, a la humildad frente a lo inexplicable (...)

J. Sn

( ...) Lejos de los temas de moda, decididamente a contra corriente, El Evangelio según Pilatos es una de las novelas más sorprendentes de la temporada.

Dominique Guiou

(...) Decir de esta novela que es agradable, distraída, enriquecida con algunas notas humorísticas, es poco. Pero que nadie se engañe. Si tiene alma de novedad esperada, si el autor hace malabarismos con la vida Crista, sin caer jamás en la broma fácil, no es sólo por el placer de la invención.

A través de la confesión de Yeshua, y de las cartas de quien lo ha condenado, Eric-Emmanuel Schmitt, sin que lo parezca, evoca muchos problemas que nada tienen que ver con las bromas con los que se mezclan. Por ejemplo, cuando Pilatos se encuentra con Herodes, tanto los cálculos políticos como el racismo aparecen entre lineas.

Y es, además de un estilo alerta, de unas palabras agudas, de unas sonrisas que provocan ciertas escenas, la riqueza de esta historia que cambia magistralmente del humor a la seriedad, del guiño gracioso a la gravedad. Y se comprende por que el autor de este Evangelio le ha dedicado un ensayo a Diderot.

Pierre-Robert Leclercq

Una novela preciosa, en la que Eric-Emmanuel Schmitt cuenta el debate interno de Pilatos.

(...) Eric-Emmanuel Schmitt se entrega a una apasionante investigación que permite abordar algunos de los misterios del cristianismo.

Poncio Pilatos se hace, nos hace, las preguntas fundamentales : este Jesús ¿ Es realmente el que anunciaban las escrituras ? ¿Por qué tenía que dejarse torturar ? ¿Qué sentido darle a la resurrección ? A través de esta novela, el escritor realiza claramente un acto de fe. Pero también consigue contarnos una historia maravillosa, fácil de leer, dirigida a todos los públicos especialmente a los adolescentes alejados de las prácticas religiosas. 

Buceando en los Evangelios este libro consigue la proeza de hacernos vibrar de nuevo con historias mil veces leídas o escuchadas, pero contadas con tal talento que no podemos resistirnos al placer de zambullirnos en ellas de nuevo.

Jean-François Fournel

(...) La demonstración de Schmitt es cautivadora, hasta el final se espera un cambio de actitud del procurador de Tiberio (aún conociendo los detalles históricos oficiales). Uno se deja seducir por hipótesis tan inesperadas como esta : Es a petición de Jesús que Judas lo entrega a la policía, porque el redentor quiere cumplir con su destino de mártir (...)

Schmitt escribe un francés cuidado, límpido y en ocasiones vigoroso. Sus frases son simples y con ritmo. Sentimos, gracias a él, el perfume absorbente de Oriente Medio.

Y esto nos libera felizmente, sin ser agua bendita, del culto por las cloacas que algunos editores han puesto de moda...
Es audaz, para un escritor todavía joven, ir a contracorriente de un flujo comercial cuyos resultados no están, por otro lado, a la altura de las esperanzas contables.  Compartimos aquí el dolor de los cuerpos enfermos. Y muchas almas en pena atraviesan estas páginas inesperadas.

Eric Ollivier

(...) El  talento poco común de Eric-Emmanuel Schmitt  reside en su evocación de personajes que en los Evangelios tienen otro nombre, una historia un poco diferente y sugerir lo excepcional que hay en sus intuiciones, en sus palabras, en sus actos aunque no lo hayan querido...

(...) Entre todos los que han escrito sobre Jesús - le damos el nombre con el que ha pasado a la historia-  Eric-Emmanuel Schmitt nos hace pensar en Vigny  y en  el " Mont des Oliviers ", el novelista se une al poeta más allá de la precisión de las palabras.

Claudia, la esposa de Pilatos, también forma parte de aquellos para quienes el misterio es esencial. El amor y la fe son más importantes que la razón. Es por ello que las páginas más carcterísticas son las dedicadas al sepulcro vacío.

¿Qué ha pasado con el crucificado ?¿ Qué imagen darán los testigos del « resucitado » ?

(...) Un libro excepcional.

A. Brohan

Eric-Emmanuel Schmitt es seguramente uno de los grandes autores dramáticos contemporáneos.

(...) A través de sus obras, Eric-Emmanuel Schmitt revisita, de algún modo, las grandes preguntas metafísicas, da de nuevo según sus propias palabras, « fuerza, frescura y misterio ». Pasa lo mismo con la novela que nos ofrece ahora. El Evangelio según Pilatos (Albin Michel), es un libro ambicioso, sorprendente, muy personal y, a la vez, de alcance universal.

(...) Nos encontramos también con una aproximación a Cristo muy original, cercana a veces a las investigaciones más recientes de los exégetas.. Jesús, por ejemplo, descubre progresivamente su naturaleza y su misión, se resalta su humanidad... Y el novelista evidentemente novela, se imagina a Jesús enamorado (de una tal Rebeca que no es otra que la madre del niño resucitado más tarde), resalta la importancia de Yohanan, quien descubre a su manera la relación íntima del Hijo con el Padre y la irresistible fuerza del amor...

El hallazgo más bello es quizás el personaje comunmente llamado Judas, el amigo denunciador, el traidor por amistad...

R. Bichelberger

El enigma del cadáver ausente

Poncio Pilatos, procurador de Judea, no encuentra el cadáver de Jesús. Pero descubrirá la fe. La novela policiaca/mística de Eric-Emmanuel Schmitt invita al lector a un debate apasionante.

Un hombre está ahí, esperando. Toda la ciudad comenta su próximo arresto. Los soldados creen sorprenderle. Se encuentran con un cómplice, que ya sabe que va a ser capturado, condenado y ajusticiado. Es lo que ha querido, decidido.                                                                              Nos encontramos en Jerusalem, en el jardín de los Olivos, hace 1967 años. El hombre que habla a las cien primeras páginas del libro se llama Yeshua, que en hebreo significa Jesús.

Su historia, creíamos conocerla. Está todavía por reinventar. Esta « confesión de un condenado a muerte, la noche de su arresto » sigue el recorrido del niño soñador de Nazareth apodado por los rabinos « Yeshua de las mil preguntas », que se entrega por completo al amor por la humanidad, se convierte en un sabio cuyos consejos niegan la ortodoxia, huye de los falsos mesías, hasta el día en que, a orillas del Jordan, el profeta Yohanan descubre en él al « elegido de Dios ». Yeshua huye incrédulo. Tras esa experiencia mística decide aceptar el destino que le asigna el profeta.

La originalidad de este relato maravillosamente construido radica en liberar a Jesús de toda obligación externa del tipo : Dios lo quiere. Es él mismo quien decide libremente correr el riesgo de verificar su supuesto estatus divino. Esta confesión no es más que un prólogo. La novela puede empezar. Es una novela policiaca. En 25 cartas escritas a su hermano, Poncio Pilatos intenta resolver « el enigma del cadáver ausente ».  Su primera carta no nos da ninguna pista. Pilatos, aliviado, constata que los tres días de Pascua judía, único momento del año donde el orden está amenazado en Jerusalem, se han desarrollado sin problemas, a cambio de « sólo » quince detenciones y tres crucifixiones. Todo cambia cuando surge el centurión Burrus al grito de « el cuerpo ha desaparecido ».

Ese cuerpo es el de Yeshua, uno de los crucificados, ese alborotador al que Pilatos no ha tenido más remedio que condenar. Se trata de encontrar el cadáver antes que algunas facciones, inspiradas por ejemplo por el gran sacerdote Caifás, o por Herodes Antípatro, gobernador de Galilea, causen disturbios.  Pero la búsqueda es en vano, y Caifás y Herodes se preocupan por esta desaparición tanto o más que el procurador. La situación empeora cuando dos mujeres pretenden haber hablado con Yeshua. Se trata sin duda de falsos testimonios.

Pero aparecen otros, incuestionables. Se trata entonces de alguien que se hace pasar por Yeshua, que lo suplanta. Esta hipótesis tambien se desvanece. Si está vivo, significa que nunca a muerto, puesto que la reencarnación no existe. La investigación médica parece confirmar esta hipótesis, pero Pilatos la rechaza cuando casi se axfisia al pasar unos minutos en el sepulcro donde Cristo pasó dos días y dos noches. De todas maneras, esa muerte, una mujer la garantiza. Ella estaba allí. Ella lo vió todo. Es Claudia Prócula, esposa del procurador...

Policiaca, política, metafísica, la investigación de Pilatos se dirige de manera cartesiana, inspirada en la riqueza instrumental de la duda. Por haber explorado todas las pistas, Poncio Pilatos abandona poco a poco las vías de la razón para unirse al camino de la fe...                                                      En busca de su mujer, que se ha unido a los discípulos de Yeshua, Pilatos, de camino al Jordan, se mezcla con esos hombres y mujeres que dibujan un pez en la tierra como marca de reconocimiento. Su amor hacia Claudia lo llevará al amor más universal que proclama esa religión naciente.          ¿Se convertirá Pilatos al cristianismo ?

El camino de la fe

En Eric-Emmanuel Schmitt, el filósofo, el autor dramático y el escritor unen su talento para concebir esta partida de ajedrez que obliga a juzgar a cada instante los movimientos y a buscar la réplica adecuada. El Evangelio según Pilatos no revela una nueva prueba de la existencia de Dios. Pero proporciona la prueba de la validez de la novela, de la escritura, para renovar sin fin nuestra visión y nuestra comprensión del mundo.

Pierre Billard