Pequeños crí­menes conyugales

Resumen

Gilles es víctima de un misterioso accidente. Amnésico, convertido en un extraño para sí mismo, vuelve a casa junto a Lisa, su mujer desde hace quince años.

¿ Quién es él ?
¿ Quién es Lisa ?
¿ Cómo era su vida de pareja ?

A través de lo que Lisa le cuenta, intenta recomponer su existencia.¿ Y si Lisa miente ?¿ Es realmente tal y como ella lo describe ?


¿ Es ella sólo su mujer ? Una intriga asombrosa sobre la pareja en busca de la verdad. Una comedia negra donde la seducción alterna con la guerra total.

Comentarios del autor

« Nunca he entendido a qué género »

Nunca he entendido a qué género pertenecía la vida de pareja. ¿Comedia o tragedia? Mi única certeza es que pertenece al género dramático.

Cuando empecé Pequeños Crímenes Conyugales, colmaba un vacío : que yo sepa no existe una obra sobre el amor que perdura.Encontramos miles de obras sobre el amor que empieza, cientos sobre el amor que acaba, las más conocidas- como Romeo y Julieta- cuentan a la vez el principio y el fin del amor pero no hay nada sobre el amor persistente, continuo, sedimentario, en fin conyugal. Parece ser que el teatro sólo acepta a los amantes principiantes o jubilados, obstinándose en presentar el nacimiento y el coma del amor, nunca su vida  misma.
¿Por qué nos impiden el acceso a la realidad principal ? ¿Qué será de Romeo y Julieta al cabo de quince años ? ¿Qué sienten los magníficos amantes después de unos cuantos hijos y de años de vida en común ?  ¿Cómo resiste la luz de los primeros instantes a la repetición de los días, de las semanas, de los meses ? ¿Vivimos bajo el mismo sol cuando se acumulan innumerables conversaciones, la misma cantidad de silencios, miles de comidas compartidas, muchos trabajos y varias vacaciones fallidas ?

Esta falta de repertorio teatral acabó por despertar mis sospechas...
¿Si las comedias acaban en boda, no es acaso para evitar transformarse en tragedias ?
¿Y si los dramas y las tragedias ofrecen sólo el espectáculo de amores impedidos, no será para dejarnos con nuestras ilusiones ?Las raras excepciones que encontré no me incitaban al optimismo ya que cuando  Feydeau, Strindberg o Ionesco dibujan viejas parejas, sus croquis, caricaturales, se tornan burdas farsas : si persiste la pareja, ya no hay amor.

¿El amor sobrevive al encuentro? ¿Respira todavía cuando ya no es atacado? ¿Qué pasa con Romeo y Julieta cuando se casan ?
Sólo la vida podía contestarme a esa pregunta . 

Tuve que esperar a cumplir cuarenta años para hacerme una idea de la relación conyugal, y , con esa idea, hacer una obra. Pequeños Crímenes Conyugales es testigo de esa madurez.

Lejos del romanticismo y del idealismo de Hollywood, la obra demuestra realismo- aunque, como mis otras obras, no esté escrita con un estilo realista- y hurga en la complejidad de nuestro ser más que lo simplifica.

Por experiencia, me parece que la pareja es el viaje más arriesgado, más peligroso que se pueda hacer con el amor. Que banales parecen las « aventuras » al lado de esta aventura...
Porque el matrimonio añade dos dimensiones que no tienen las relaciones breves : la ausencia de ilusión y el sufrimiento.

¿Ausencia de ilusiones? Durante seis meses o dos años, podemos seguir ignorando al otro, embelleciéndolo, minimizando sus errores, la incompatibilidad de caracteres ; más allá, la realidad se impone, el amor se torna lúcido. 

¿El sufrimiento? Mientras que todo es placer, exaltación en los primeros momentos de un ligue- porque se está más enamorado del amor que de la persona amada- intervienen luego otros sentimientos. Los arreglos y compromisos que exige la vida en común abren el campo a otras derrotas y duelos. Para algunos individuos, los celos crecen a la par que el afecto, para otros las ausencias resultan más dolorosas y, sobre todo, la harmonía de la pareja crea un nuevo sentimiento : el miedo al abandono, la obsesión por la soledad.

La violencia y la pasión permanecen, pero se expresan bajo otras formas...
Aunque Pequeños Crímenes Conyugales expone una intriga tortuosa, sus peripecias sólo buscan permitir el análisis de la pareja.
Aquí, más que un tema, la amnesia se muestra como un método de investigación y después, al final, como metáfora de los esposos. Así pues el hombre, Gilles, se quedó amnésico mucho antes de la fatídica noche : había olvidado lo esencial, había olvidado mirar a su compañera, escucharla, interrogarla, provocar sus confidencias, había olvidado decirle el lugar que ocupaba en su vida y mostrarle su amor. Así pues la mujer, Lisa, mucho antes de aquella noche, practicaba la amnesia voluntaria de sus frustaciones, de sus dudas y de sus miedos encerrándose en el silencio y empapándose con la inconsciencia que puede aportar el alcohol.

La crisis que se desarrolla en Pequeños Crímenes Conyugales muestra en última instancia lo benéfico del intercambio. A través de palabras, astucias, incluso golpes, los protagonistas vuelven a intercambiar... a cuidarse. Ya que todo se degrada naturalmente, la caída se acelara aún más cuando además añadimos la negligencia... Por muy cruel que sea, mi obra declara sin embargo un optimismo real : el amor puede durar. Pero para que el amor dure, hace falta como mínimo que los dos amantes lo quieran. Voluntad y reflexión juegan un papel importante en las historias sentimentales ; no es la costumbre quien puede apoyar a la pasión si no la inteligencia.µ

Cada vez que escribo, descubro lo que pienso ; a veces con sorpresa. De esta manera me he sorprendido al ver llegar a mi pluma el término « misterio » en un contexto tan poco religioso... Estoy de acuerdo con esta noción en El Visitante o en El Hotel de los Dos mundos,¡Pero aquí !... Cuando Gilles le explica a Lisa que rompe porque no soporta el abandono, porque las cosas se le escapan de las manos, porque las situaciones son demasiado fuertes, los sentimientos demasiado grandes para ella, introduce la idea de que habría, al contrario, « aceptar la incertidumbre », «confiar », con « esa confianza que no se tiene pero que se da ». « Lo que se tiene que compartir en pareja, no es la verdad si no el misterio, misterio de que me gustes, misterio de gustarte, misterio porque no funcione. » A través de los diálogos de mis personajes, me dí cuenta de la existencia de un profundo irracionalismo amoroso, necesario, ineludible. Contar historias me permite profundizar en mi pensamiento. Si hubiese definido el amor en Variaciones Enigmáticas como « frecuentar de manera asídua un misterio », precisaba en Pequeños Crímenes Conyugales, que se trata sobre todo de un « consentimiento del misterio ». Así, temas espirituales y temas psicológicos demuestran una misma lógica y acaban por mostrar afinidades inesperadas. Extraño camino el de la coherencia mental, una coherencia que descubro en vez de ser su autor...

Pequeños Crímenes Conyugales obtuvo una adhesión violenta por parte del público. Mientras que imaginaba que la historia no interesaría más que a los espectadores de la edad de mis personajes, descubrí que muchas personas se veían reflejadas en Gilles y Lisa. Sin embargo, al salir del teatro, la parejas que me abordaban reaccionaban de manera diferente en función de su generación : las personas de veinte años me decían « ¡Qué crueldad ! », las de cuarenta « ¡Qué cierto ! », las de sesenta «¡Qué ternura ! »... ¡Todos tenían razón ! Con veinte años, nos gustaría que el amor fuese simple. A los cuarenta, descubrimos que es complejo. A los sesenta sabemos que es bello porque es complejo.

Esta obra me ha enseñado mucho. Desde mi infancia, me preguntaba, en el momento en el que cae el telón sobre los recién casados : ¿Qué va a pasar ahora ? Acabando Pequeños Crímenes Conyugales, tenía la impresión de apercibir una respuesta : ¿Y si el amor empezase cuando ya no se está enamorado ?

Eric-Emmanuel Schmitt, septiembre 2005.
Copyright Antigone.

Publicaciones

  • En alemán, publicado por Ammann Verlag
  • En armenio, publicado por Loussabats
  • En español, publicado por Anagrama
  • En griego, publicado por Opera
  • En lituano, publicado por Alma Littera
  • En polaco, publicado por Wyndawnictwo Znack
  • En langue Perse
  • En turco, publicado por Tem Yapim Yayinlari

En el teatro

  • Alemania
    Traducción: Annette y Paul Bäcker
    Basler, Marionettentheater, 2009/2010
    Bruchsal, Badische Landesbühne, 2005
    Celle, Schlosstheater, 2005
    Coburg, Landestheater, 2005
    Fürth, Stadttheater, 2009/2010
    Giessen, Stadttheater, 2005
    Köln, Theater der Keller, 2005
    Konzerdirektion Landgraf, Tournée, 2009/2010
    Münster, Wolgang Borchert Theater, 2007, 2008
    Parchim, Mecklemburgisches Landestheater, 2009/2010
    Regensburg, Turmtheater, 2009/2010
    Rottweil, Zimmertheater, 2005
    Stuttgart, Theater am Olgaeck, 2007, 2008
    Titisee-Neustadt, Konzerdirektion Landgraf, 2005
    Winterthur, Kellertheater, 2005
  • Austria
    Salzburgo, Kleines Theater, 2007, 2008
    Viena, Ensembletheater Petersplatz, 2006, 2007
    Viena,Stadttheater Walfischgasse, 2009/2010
  • Brasil
    Sâo Paulo, Teatro Jaragua, 2006, 2007 y gira
  • Dinamarca
    Copenhague, Teatret Ved Sorte Hest und Svalegangen, 2005
    Nyköpling, Himmerland Teatret, 2009
  • España
    Barcelona, Teatro Poliorama, 2011
  • Francia
    París, Teatro Edouard VII, 2003
  • Italia
    Bérgamo, Teatro Donizetti
    Brescia, Teatro Sociale
    Catania, Teatro Stabile
    Florencia, Teatro Pegda
    Génova, Teatro Duse
    Milán, Teatro Piccolo
    Udine, Teatro Giovanni da Udine
  • Turquía
    Estambul, octubre 2007
  • México
    México, Teatro Julio Pietro
  • Países Bajos
    Amsterdam, Teatro Bellevue
    La Haya, Konongklijk Schouwburg
    Rotterdam, Rotterdamse Schouwburg
  • Polonia
    Traducción: Barbara Grzegorzewska
    Varsovia, Teatro Ateneum, 2005
    Slupsk, octubre 2007
  • Portugal
    Lisboa- Teatro Nacional D. Maria II, 2007
  • Suecia
    Stockholm, Kungliga Dramatiska Teatern, octubre 2008 y gira verano 2009
  • Suiza francófona
    Colony, Théâtre Crêve-coeur, septiembre- octubre 2007
  • Suiza germanófona
    Traducción: Anette y Paul Bäcker
    Berna, Theater in der Effingerstrasse, 2005

Pasaje

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