Mi vida con Mozart

Resumen

No publicado en español." Un día, me envió una melodía. Cambió mi vida. Desde entonces, le escribo a menudo. Cuando le apetece, me contesta, durante un concierto, en un aeropuerto, en la esquina de una calle, siempre sorprendente, siempre fulgurante. Se ha convertido en mi gurú, enseñándome cosas tan raras, la admiración, la dulzura, la serenidad, la alegría.

"Al principio es un adolescente atormentado el que asiste por casualidad a un ensayo de las " Bodas de Figaro ". A través de  la voz de la condesa Almaviva, Mozart le salva la vida. No se abandona un mundo tan lleno de riquezas y de belleza. Eric-Emmanuel Schmitt y el genial compositor no se separarán más...

Con 18 años, ¿ Cómo no sentirse identificado con la conmoción  del amor y los deseos de Querubín, y luego en la avidez sensual de Don Juan ? Una relación íntima se instala. El músico se convierte a la vez en el encantador y en el director espiritual que muestra lo poético de las cosas, enseña el dolor y la ternura. Ya adulto, filósofo y pronto dramaturgo, en los momentos de alegría y de sufrimiento, en cada página de su vida, una melodía, un coro, un cuarteto, una misa o una sonata, llegan para aconsejarle, consolarle, proporcionarle inteligencia  y fe. ¿Cómo llegar a ser uno mismo, aceptar la muerte, reconocer la felicidad cuando pasa ? Para el autor de Oscar y mamie Rose, Mozart es la llave que abre todas las puertas, las de la pasión o del amor universal, de la libertad y del espíritu infantil. Su música es luz, gracia y misterio. « Cuando digo Mozart, no digo sólo tu nombre, nombro al cielo, a las nubes,  la sonrisa de un niño, los ojos de un gato, el rostro de las personas que quiero, toda la belleza del mundo.

 » A través de este texto de admiración, de agradecimiento y de amor, E.E.S. nos ofrece su libro más personal e íntimo.

Commentarios

« Encuentro con un autor a... »

Encuentro con un autor a flor de piel...Eve-Marie Vaes, Palais des Beaux-Arts BruselasSu « encuentro » con Mozart, clásico entre los clásicos, tuvo lugar cuando usted era todavía un adolescente, la edad de la rebeldía y del descontento. ¿Cómo se dejó usted seducir ?En aquella época mi descontento era contra la vida misma. A los 15 años, como muchos adolescentes, no tenía ganas de entrar en la vida... Da tanto miedo una vida de adulto que se concreta, un cuerpo de adulto que se dibuja. Es tan aterrador abandonar la infancia, ese universo de ensueño donde todo es posible... Y es cierto que me curé a través de la belleza. Ocurrió durante un ensayo de Las bodas de Fígaro, cuando una mujer demasiado gorda, demasiado maquillada, demasiado torpe, se puso a cantar de repente. Entonces, todo en mí cambió. La música me inundó. Hay una exaltación de la existencia tal en la música... De hecho, las artes en general no hacen otra cosa que celebrar la existencia. Es por eso que necesitamos el arte. Porque necesitamos celebrar la existencia. Escuchando la música de Mozart, entendí todo eso y me devolvió a la senda de la vida.Cuando se lee su libro, uno se da cuenta que su historia con Mozart es una verdadera historoa de amor, con un flechazo, un amor creciente, secretos, una separación y después un reencuentro...Sí, tambien hubo separaciones, es verdad. En un momento dado ne era lo suficientemente chic para mí. Pero pienso que es normal, porque cuando se tiene entre 20 y 30 años, a uno le gusta la sofisticación y la complejidad. No se escubre la riqueza de la simplicidad que más tarde... « Mozart es al fin y al cabo,mi ideal de escritor. »Precisamente, esa mezcla de gracia y de simplicidad, de prufundidad y de ligereza que se da en Mozart, es algo que se encuentra un poco en su escritura...Me gustaría que fuese cierto ! Porque Mozart es al fin y al cabo mi ideal de escritor. Es para mí un modelo como artista, a la vez profundo y accesible, encantador y serio. Es una síntesis entre « el arte noble » y « el arte popular ».Se tiene la impresión que a través de su relación con Mozart, usted se ha interrogado sobre las grandes cuestiones de la existencia : la religión, la fe, la enfermedad, la muerte, la creación. Pero al final, usted se queda con una gran lección de optimismo... ¡Totalmente ! Para mí, Mozart es el maestro de la felicidad. En este libro no hablo de música como un musicólogo ; hablo de música como un elemento de nuestra vida espiritual, un elemento constructivo de nuestra vida interior, afectiva. Lo que extraigo de Mozart, no es un tratado de harmonía o de estilo, sino un mensaje humanista. Es alguien que me hace entender la infancia, lo que es la fe, alguien que hace que privilegie la felicidad al dolor...A lo largo del tiempo, ¿ Su relación, su concepción de Mozart han evolucionado o la primera emoción quedo intacta, intemporal ?Pues, aunque parezca increíble, quedó intacta.  Mozart sigue siendo para mí una fuente a la que puedo siempre volver. El milagro sucede a menudo. No es un recuerdo que me alimenta, sino una experiencia renovada cada vez que el músico es habitado por la frase « mozartiana », por la capacidad de maravillarse. Porque es una música profundamente espiritual. « Es Mozartel que va a decir lo indecible ;no yo »¿Por qué algunas obras ( que se encuentran en el libro y en el CD) le han gustado especialmente ?Creo que existe una cierta coherencia, un hilo conductor : es el Mozart a flor de piel, hipersensible, siempre a punto de llorar, siempre con los ojos humedecidos,. El Mozart profundamente humano, fraternal, frágil... Y a la vez, es el Mozart equilibradoque ha creado la harmonía y la belleza con nuestras tensiones internas. Finalmente está el Mozart íntimo, el Mozart que susurra : esa es la razón por la que hay muchos adagios, movimientos lentos, melodías dulces...¿Cómo ha concebido la puesta en escena del espectáculo (Palais des Beaux-Arts, Bruselas, 25/10/05) y su relación con los cantantes ? ¿No teme interferencias entre las palabras y ese aspecto inefable de la elegancia de Mozart ?Lo asumo. Cuando las palabras son impotentes, llega la música : esa es la dramaturgia del espectáculo. Es Mozart el que va a decir lo indecible, no yo. Quiero establecer un diálogo entre la literatura y la música. No se dicen las mismas cosas y no se utilizan los mismos medios. En un momento dado, el texto se calla porque sólo la música puede expresar lo misterioso. Las palábras giran en torno al misterio, la música lo expresa. « La música responde sí a una pregunta que no siempre se le hace. » 

Críticas

Muze, novembre 2005 - « Mozart »

Reanudando su relación con sus primeros amores musicales, Eric-Emmanuel Schmitt compone una correspondencia íntima y apasionada con su « flechazo de efectectos retardados » : Mozart. Unas cartas muy recomendables .

Marianne, novembre 05 - « O Mozart o nada »

(...) El aspecto « lección de sabiduría » contribuirá seguramente al éxito del libro : Mozart y Schmitt nos hablan del trabajo, del sufrimiento, del sida, de la creación, del sexo.  Todo esto está repleto de buen sentido, y el espejo extendido por el músico permite al autor contarnos sus pequeños secretos ; evoca con bastante libertad sus frustraciones sexuales , las ganas de suicidarse, sus placeres, todo ello con una buena reflexión clásica en la más pura tradición de Alain. Llega incluso a despertar nuestro interés enfrentando la doctrina de la felicidad  a la del sufrimiento, enfrentando a Mozart a la vanguardia pretenciosa o planteando preguntas inesperadas : « ¿Cómo podías escribir esta música ligera, aérea, fluida, cómoda, con un cuerpo que gemía, con unas encías que te hacían sufrir ? » Yo que salgo del dentista, encuentro que no se reflexiona lo sufuciente en esos detalles. Pero sobre todo, Schmitt desvela a lo largo del libro un verdadero gusto de melómano, una manera exacta de iluminar a través de las palabras un extracto de música. Por ejemplo para la entrada de Querubín en las Bodas de Fígaro :  « no declama, murmura, tiembla, encadena frases desordenadas, descuidadas, que a duras penas logran formar una melodía... »  Está bien dicho. No es tan fácil. Eric-Emmanuel Schmitt tendría que seguir escribiendo sobre música. Benoît Duteurtre

Le Soir, 11 octobre 05 - « Lo que nos enseña vale la pena »

Schmitt hace gala de un gran esfuerzo para escribir con eco. Le entrega una carta a su lector en la que  está escrito « sí ». Este libro es un sí filosófico a la vida. Curiosamente torpe a veces, pero tambien tierno por esa aparente falta de malicia. La música, escribe Schmitt, contesta sí a una pregunta que no siempre formulamos. Pascale Haubruge

La Tribune de Bruxelles, 13 octobre 05 - « Eric-Emmanuel Schmitt, ¿ Frágil ? »

El hombre de letras que se esconde detrás de una constitución a lo Garp, el héroe épico de « El Mundo según Garp » de John Irving, se ha alimentado siempre con libros y con música, rechazando la diversión por lo que es, buscando una respuesta a todo o por lo menos pistas para la vida, para el amor , para la religión. ¡ Sí !¡ Para todo lo que constituye el Mundo ! Haciéndolo, ofrece a sus lectores universos de sabiduría y de preguntas, con un tono elegante y claro...

Télé-Loisirs, 29 octobre 2005 - « Mozart »

Se une a Mozart en el « ideal simple , accesible, que enamora al principio, trastorna después ». Una musiquilla nocturna que ilumina los días.

Télépro, 13 octobre 05 - « Leer a Schmitt escuchando a Mozart »

Es difícil, viendo su gran sonrisa en la contraportada, suponer en Eric-Emmanuel Schmitt ideas suicidas. Sin embargo la historia que narra en « Mi vida con Mozart », su historia, empieza con sus ganas de acabar con su vida. Tenía entonces sólo 15 años. « Es él quien inició nuestra correspondencia », escribe el autor. « Un día durante el año de mis 15 años, me envió una melodía. Cambió mi vida. Mejor : me mantuvo en vida. Sin ella, estaría muerto ». En las 160 páginas siguientes, Schmitt explica, con su pluma magnífica, de que manera Mozart ha sido un actor esencial en la construcción de su vida, de que manera descubrió que el genial compositor era « más que un maestro de música, un maestro de la vida ». El novelista y dramaturgo acompaña su libro con un CD que contiene 16 extractos de las obras de Mozart. Llena su relato con indicaciones manuscritas incitando al lector, en el momento oportuno, a zambullirse en las deliciosas melodías del virtuoso músico. ¡Impresionante ! Rudolphe Masuy

Le Généraliste, 13 octobre 05 - « Schmitt se entrega a través de Mozart »

Mi vida con Mozart es un bonito libro, tierno, que nos habla a cada uno de nosotros cuando aborda temas como la infancia, Dios o el arte.. Michel Paquot

Elle Belgique, octobre 05 - « La sabidurà­a : ¿ Luto para la felicidad ? »

(...) Es la primera vez que Schmitt escribe un libro en primera persona, renunciando a la protección de una máscara. Reconoce sentirse incómodo, sobre todo porque está en contra de la autoficción. Lo que nos muestra : un ser sentimental, muy femenino, dependiente y vulnerable pero siempre en búsqueda de la sabiduría, porque depende de él, mientras que la felicidad depende de otras personas.  La sabiduría: ¿ Luto para la felicidad ?Marc Emile Baronheid

www.yahoo.fr, le 9 novembre 2005 - « Mozart »

Este libro « único » es cautivador. Eric-Emmanuel Schmitt, cuya obra teatral y novelística le coloca hoy a la altura de los autores más leídos y representados en el mundo (« El Sr. Ibrahim y las flores del Corán », « Oscar y Mamie Rose », « El Evangelio según Pilatos », « El Visitante », « El Hotel de los dos Mundos »), nos entrega aquí su escrito más personal, más íntimo también, un auténtico himno de admiración, de reconocimiento, de amor hacia el gran Mozart. De hecho, con el CD que acompaña al libro, el editor ha cumplido con el deseo del autor de regalar a sus lectores los 16 extractos de las obras que contestan a sus cartas : lo mejor de Mozart interpretado por los mejores músicos. Un adolescente atormentado, « cansado de vivir », asiste por casualidad a un ensayo de « las Bodas de Fígaro ». A través de la voz de la Condesa, Mozart le salva la vida. A partir de entonces Eric-Emmanuel y  Wolfgang Amadeus no se separarán más. « Un día me envió una melodía. Cambió mi vida. Desde entonces le escribo a menudo » confiesa el escritor. «  Cuando quiere me contesta, durante un concierto, en un aeropuero, en la esquina de una calle, siempre sorprendente, siempre fulgurante. Se ha convertido en mi gurú, me enseña cosas tan raras, la capacidad de maravillarse, la dulzura, la serenidad, la alegría ». Añade :  «  Cuando digo Mozart, no sólo pronuncio tu nombre, nombro al cielo, a las nubes, a la sonrisa de un niño, los ojos de los gatos, el rostro de la gente que amo, toda la belleza del mundo. »

Publicaciones

  • En alemán, publicado por Ammann Verlag
  • En búlgaro, publicado por Lege Artis Publishing House
  • En coreano, publicado por Munhak Segye-Sa publishing
  • En griego, publicado por Opéra
  • En islandés, publicado por Lafleur Publishing
  • En italiano, publicado por Edizioni e/o
  • En japonés, publicado por Kinemajonpo-sha
  • En neerlandés, publicado por Atlas uitgeverij
  • En noruego, publicado por Pantagruel Forlag
  • En lpolaco, publicado por Znak
  • En rumanio, publicado por Humanitas
  • En sueco, publicado por Storm Förlag /Pantagruel Förlag